Reflexión sobre café colombiano. Por: David Sandoval Marín
Considero que la cultura Colombiana no está influenciada por el consumo interno, en casi ningún sector económico, compramos zapatos del exterior, en lugar de calzar los que aquí se producen, sucede lo mismo con el arroz y frutas entre otros comodities. En cuanto al consumo de café de calidad, el aspecto económico, el nivel de ingresos es muy trascendente y determinante, no hay un mercado de gran tamaño en el país que pueda “darse el lujo” de consumir café a precios altos, porque implicaría sustituir otros productos de primera necesidad. Los principales compradores de café especial, son compañías extranjeras y la mayoría de este café es exportado, incluso por marcas nacionales, y es con el objetivo de obtener el mejor beneficio de precio al momento de la venta, que caficultores y asociaciones de cafeteros optan por vender a estas empresas.
Como estrategia para promover el consumo, creo que se debe crear publicidad dirigida a los mercados que pueden pagarlo. Otra manera es colocando en el mercado los productos con leyendas y mensajes que le permitan a los clientes identificar su calidad y promocionar su consumo. Y una estrategia más barata, es educar a los consumidores con el acceso a cursos como estos y que los estudiantes, seamos promotores de la cultura del buen café, en nuestros círculos sociales, haciendo networking.
Es probable que me equivoque. Sin embargo, he podido escuchar que nuestro café es de los mejores del mundo. debido a que la suavidad y menor acidez en el café son señales de calidad. Nuestra topografía, las distintas alturas y suelos que hay en nuestro país y el hecho de ser un país tropical hacen de nosotros un lugar óptimo para la siembra del café. Por otra parte, el proceso artesanal, favorece la calidad, la recolección a mano es de mucha utilidad para que en cada lote el café seleccionado sea el ideal para procesar